Carta de la directora
Querido lector:
Descubrí mi vocación social a través de desafíos y experiencias que han cambiado la forma de ver mi vida y la de los demás, entendí que hay una forma de construir paz y sociedad, en el día a día, desde cada ser, desde cada uno de nosotros y eso es lo que hace posible cambiar el mundo, desde ese entonces, empecé por mí… Luego, vinieron todos quienes hoy estás conociendo…
Descubrí que a través del amor y de la entrega de su conocimiento con empatía y comprensión se transforma todo. Estoy comprometida personal e institucionalmente a transformar los círculos de violencia desde los entornos "más seguros", violencia que permite que vulneraciones de derechos humanos como negligencia, abandono, abuso emocional y psicológico, maltrato físico, abuso sexual y todo tipo de acoso y daño, pasen desapercibidos y aún estén naturalizados en nuestras dinámicas familiares e institucionales, convirtiéndose en la fuente del más del 80% de la violencia que se genera en Colombia.
Nuestra sede es una oportunidad, otro camino para hacer las cosas distintas, para desvirtuar el destino que parecieran tener los residentes más vulnerables de este sector, niños sin parque, sin espacio, sin acompañamiento y por el contrario, con muchas opciones para perder sus sueños… Nos hemos convertido también en una oportunidad para desnaturalizar las descargas violentas y agresivas de una emoción como la ira y transformarla en amor y respeto por el otro, también somos una opción para transformar patrones de crianza y direccionar ejercicios de toma de conciencia hacia otro rumbo, uno en el que las historias no se repitan. Todo esto lo hacemos principalmente a través del cambio de hábitos en el uso del tiempo de los niños, adolescentes y padres, que nos permiten acompañarlos diariamente para descubrir lo que hacen bien, sus dones, talentos, intereses, su proyecto de vida. Cada niño que ves, es una familia, disfuncional en su mayoría, de al menos 4 o 5 miembros en promedio, todos muy expuestos, con madres cabezas de familia llenas de desafíos pero también expertas en resiliencia, quienes hoy son nuestras principales aliadas en los largos procesos de transformación…
Tú al llegar aquí, podrás notar algunas actitudes agresivas y desafiantes, algún desagrado por reglas y límites, también uno que otro moco y piojo, pero sin duda alguna encontrarás también muchos ojos, oídos y brazos bien abiertos para recibirte y descubrirte, notarás variedad de sonrisas listas para ser compartidas y especialmente muchas oportunidades para sanar y ser sanado…
Es probable que hoy no sepas por qué llegaste justo aquí pero en un tiempo, ¡juntos descubriremos el propósito!
¡Bienvenido a sumarte!
Janneth Pardo